Garantiza el resarcimiento del daño patrimonial que cause un empleado por la comisión de un delito en contra de los bienes de tu empresa.
Garantizan el cumplimiento de obligaciones que han sido establecidas por un juez o un juzgado, tales como pensiones alimenticias o reparaciones de daño en juicios civiles o mercantiles.
Garantizan el cumplimiento de las obligaciones establecidas en los contratos que celebres con tus clientes.
Garantizan el pago de los créditos fiscales impuestos por autoridades tributarias (SAT e IMSS) cuando hay una suspensión del proceso.
Garantiza el pago derivado de operaciones de compraventa de bienes y servicios de distribución mercantil o para la adquisición de activos fijos o bienes de consumo duradero.